lunes, 26 de septiembre de 2011

Aprendamos a amar

Amor... esta es una palabra que resuena como una simple composición armónica de vocales y consonantes; recurso tan comercial como escapista que permea en una sociedad que desconoce de su verdadero sentido.
El amor es más que la simple expresión de necesidad del ser amado. Es superior al deseo de sentirse cubierto e importante por la sudoración que se provoca en otra persona.
El amor es el mayor gesto de entrega y predisposición para hacer feliz a alguien. Es gozarse por la sonrisa que el más diminuto gesto de buena voluntad puede trazar en el rostro de la persona a la que uno decidió entregar su corazón.
Esta sublime expresión de autosupresión del egoismo es lo que nos hace falta en estos tiempos, en contraposición a la frívola expresión de emocionalidades intensas pero fugaces.
La biblia nos habla del amor puro y nos enseña su verdadero significado. Este amor no es un simple sentimiento, es una conducta que se refuerza día tras día a pesar de las circunstancias y las adversidades.
El amor es el digno gesto de dar sin pedir nada a cambio, pero con la certeza de que la cosecha vendrá por la buena labranza.
Aprendamos a amar, y a entender que el amor que tengo no es el producto de lo que alguien me da, sino que es la fuente inagotable de energía que poseo para dar.
Que tengan un buen día y que el amor los acompañe en todo momento.