lunes, 8 de junio de 2009

Temor al rebrote del nazismo




Si bien pasaron al menos 64 años desde que quedó consolidada la caída del nazismo en Alemania, con la derrota en la segunda guerra mundial, la extrema derecha alemana sigue latente, aunque en un sector minoritario de la sociedad.

Cifras oficiales reportan un índice del 18,2 por ciento de casos de xenofobia (intolerancia a extranjeros) en todos los estados federados alemanes. El mayor porcentaje sigue presentándose al este del país, en la zona que comprendía la antigua República Democrática Alemana. Estos grupos de extrema derecha están compuestos mayoritariamente por jóvenes.
En la ciudad de Leipzig, en el estado de Sajonia, funciona una organización denominada “Museo de víctimas de la extrema derecha”. Esta fundación ha recabado datos de los últimos años que indican que sólo en ese estado, en el periodo 2006 – 2008 se produjeron 1300 casos de agresiones físicas a personas consideradas enemigas por los neonazis, y de los cuales fueron asesinadas 14 personas. Para la policía estos indicadores son menores, pero la organización estima que las cifras ocultas podrían arrojar números más preocupantes.
Algunos expertos estiman que el neonazismo encontró terreno fértil luego de la caída del muro, el 9 de noviembre de 1989. La reunificación alemana significaba la combinación de dos modelos económicos y sociales completamente distintos, lo cual privaba incluso a los “alemanes puros” la facilidad de integración social.
Hoy día, la defensa de la raza aria tiene como simpatizantes a gente que se ha mimetizado con el resto de la sociedad, al punto que resulta sumamente difícil distinguirlos a simple vista.
En el pasado, los nazis se distinguían por su forma de vestir y su corte de pelo al estilo castrense. Actualmente, pasan desapercibidos ya que muchos de ellos podrían estar vestidos de manera muy formal y sin ningún distintivo estético.
Datos del 2009, afirman que existen 30 mil personas afiliadas a partidos políticos de extrema derecha, lo que si bien no indica que estén comprometidas con el neonazismo, es considerado un punto de alerta debido a que, en la mayoría de los casos, estos grupos suelen incubar el sentimiento de orgullo nacional de manera muy exacerbada.
Quienes protegen a las víctimas de la extrema derecha aseguran que el Partido Nacionalista Alemán (NPD), sin representación actual en el Busdestag pero con autoridades en los parlamentos locales, fue el responsable de establecer la estrategia para que los neonazis posean un aspecto aburguesado.
Como ejemplo, en el 2008 un profesor de la Universidad de Leipzig fue excluido de la institución por proferir abiertamente su perfil neonazi en horas de clases.
Los grupos civiles organizados para detener los abusos del neonazismo aseguran que las autoridades padecen de una ceguera del lado derecho, ya que se resisten a admitir la comisión de hechos punibles por ciudadanos de extrema derecha, considerando tales eventos como simples delitos comunes.
Las heridas del nacionalsocialismo siguen abiertas en la sociedad alemana. La sensibilidad sobre los errores del pasado es tan aguda que en las pláticas diarias se puede distinguir una negación de la identidad nacional, lo cual habla del temor existente sobre un eventual rebrote del nazismo.
Esta visión se encuentra plasmada en una obra de arte diseñada por la artista katharina Sieverding y que está expuesta en el edificio del Reichstag, en homenaje a los diputados proscriptos, perseguidos y asesinados por el régimen hitleriano (1933 – 1945).
En el lugar, la mujer puso un cuadro con fotografías combinadas, que recuerda tanto el incendio del edificio en 1933, el resurgimiento alemán de post guerra y la necesidad de resguardar el modelo democrático; ya que en el centro de la obra aparece una imagen parecida a una columna vertebral y muy cerca un circulo de color blanco, que representa un tumor maligno, en alusión al nacionalsocialismo como un peligro latente que fácilmente podría propagarse ante el mínimo descuido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario